1) Reunir valor
Verás una constante en los 3 pasos: el valor. Porque lo más cómodo es dejarte llevar por quien te dice (aunque sea tan sólo tu voz interior, tu lado más negativo) que mejor no pierdas tu tiempo intentando algo que parece complicado. El primer paso es poner la maquinaria en marcha. Tener claro que imposible no es más que una excusa para no hacer el esfuerzo.
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2) Apunta y dispara
Apunta: Pon el punto de mira en lo que deseas conseguir, en tu meta personal.
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Dispara: recorre el camino hasta llegar a ella preparándote concienzudamente. Puedes intentarlo sin preparación y fallar. Será lo más probable. No es una cuestión exclusivamente de suerte, es una cuestión de preparación. De estar listo/a para aprovechar la oportunidad cuando la suerte la presente. Y ese reto es mental. Puramente mental. Prepara tu mente para que puedas rendir al máximo. Tu cerebro te guía en todo el proceso de los intangibles, por tanto, entrénalo para dar tu máximo.
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3) No te pongas límites
Una vez que logras explotar tu potencial cualquier previsión sobre el resultado que podías conseguir se supera. En ese momento no te conformes con lo que has conseguido, márcate retos más altos. Aprovecha la ola y sitúate en lo alto de su cresta.
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