Soñar con personas que en la vida real han fallecido y eran queridas para nosotros, revela isatisfaccion por nuestra vida actual.
Se considera una medida del subconsciente para retrotraernos a épocas pasadas donde la satisfacción abunde en contraposición con la carencia actual en ese sentido.
Si el difunto actua acusador y vengativo, se trata de un complejo de culpabilidad ligado con esta persona.
Si soñamos con una persona muy amada, que ha fallecido, y durante el sueño muere, indica que apartir de ese momento nuestra subconsciente acepta como un hecho real la muerte de la persona amada y, por tanto, la persona estaría en un punto próximo a la clausura de su proceso de duelo vivido tras la pérdida.