¿Me puedo quedar la camiseta? es un libro imposible de leer con mesura. Desde la primera página la fina ironía de Paul Shirley te hace adicto a sus historias, lo cual imposibilita llevar una velocidad de lectura y pasa a convertir la apertura del mismo en un banquete en el que devoras las páginas a una velocidad pasmosa.
Paul Shirley, ex-jugador de baloncesto conocido en nuestro país por jugar en la Penya, Unicaja y Menorca, es con la literatura todo lo que no llegó a ser sobre una cancha: un primer espada. En este libro narra sus vivencias desde que comenzó a despuntar en el instituto hasta años después de su experiencia española, donde las anécdotas y, sobre todo, su particular percepción de las circunstancias te colocan en primera persona de cada uno de sus capítulos a la vez que es imposible controlar la carcajada en ocasiones más que frecuentes.
Es un libro ideal para amantes del baloncesto, de la ironía y los dobles sentidos, así como de todos aquellos que tenemos un lado cotilla y queremos saber qué se cuece en la trastienda del mundo del basket, cómo es la vida en un vestuario NBA, cómo trata un club ACB a sus jugadores americanos, las promesas que puede hacer un club europeo por fichar a un americano, etc.
Te lo recomiendo encarecidamente si adoras el baloncesto y te invito a que lo leas si simplemente quieres pasar un buen rato leyendo sobre un tipo que, inteligente y sanamente, no se toma en serio a sí mismo.
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