Vivimos en una sociedad en la que se premia al campeón y se negativiza al perdedor. Existen muchas frases hechas al respecto, sobre todo en el mundo del deporte.
“Nadie se acuerda nunca del subcampeón”
Nuestra sociedad es tan falsa y amnésica que olvida que los ganadores de hoy fueron y serán los perdedores de hoy y mañana. Si te fijas, en los medios de comunicación esa regla actúa. Quien era una figura en su campo hace un tiempo hoy pasa desapercibido. Los medios niegan su existencia. Dan de lado a quien ya no es un número 1. Un número 2 no genera interés y no da audiencia, por tanto se obvia. Ese peso del fracaso o no notoriedad es lo que frena a muchas personas, mejor dicho, es lo que les convence de que jamás podrán llegar a ser más de lo que son. Este pensamiento tiene dos expresiones tóxicas.
“Si hoy me siento mal, mañana no me sentiré mejor”
“Si no soy un ganador hoy, jamás lo seré”
Vivir no es trabajar en calidad de funcionario sin posibilidad de promoción. Sin embargo, mucha gente vive así, con la creencia de que jamás podrán ser más y sufriendo el miedo autocumplido de que probablemente podrán ser menos pese a que luchen por evitar caer en desgracia.
Nadie dijo que fuera fácil. Tampoco que fuera imposible.
1 fracaso, 2 fracasos, 3 fracasos… 1000 fracasos… Siguen siendo mejor que no haberlo intentado.
— mediAcción (@mediAccion) August 4, 2013
Todo se puede conseguir. Lo que varía es el número de intentos necesarios para lograrlo. En ocasiones, números altísimos. — mediAcción (@mediAccion) August 4, 2013
No hay ninguna cosa importante que se consiga con 1 intento. No hay nada que se consiga a la primera que merezca… http://t.co/I9I6oJkA0u — mediAcción (@mediAccion) August 4, 2013