Desde pequeños nos hablan del matrimonio como una meta a alcanzar, como una etapa más en el camino hacia la adultez. Al principio no sabes de qué se trata, luego lo ves como algo normal (¡es como te han enseñado a verlo!) y, como consecuencia, quieres casarte.
¿Y si quieres casarte pero no tienes con quién?
He aquí el problema. Quieres y no puedes. En ese caso te frustras o decides casarte con alguien que, aunque no sea la persona con la que quieres estar unida para siempre (en teoría, ese es el objetivo del matrimonio), te vale como medio para llegar a tu meta de dejar la soltería.
Reflexión
¿Qué nos empuja a tomar este tipo de decisiones? ¿Por qué sentimos que es necesario casarse cuando cada vez más parejas se separan? ¿Qué opino de todo esto? Te lo cuento en el siguiente podcast.