Mariano Rajoy fue entrevistado anoche en falso directo en TVE. Como el resto de líderes políticos su exposición mediática va en aumento conforme se acerca la fecha de elecciones generales el próximo 20 de diciembre.
Aquí está el vídeo de la entrevista completa:
Yo me voy a centrar únicamente en aspectos formales, concretamente en los no verbales.
[Tweet “Resumen no verbal de la entrevista: Rajoy fue un desastre”]
Uno de los vicios de los políticos de larga trayectoria es que no pierden oportunidad de empezar una intervención diciendo esa retahíla de datos que a fuerza de repetir han aprendido y sienten su tarjeta de presentación. Rajoy tiró de hábito y empezó a hablar apoyándose en su discurso aprendido. Esto se aprecia en que comenzó dando datos y tirando de discurso que ha repetido mil veces. Estaba memorizado, como prueba que miraba hacia su izquierda al recuperar esta información y enunciarla.
Como también es habitual en este tipo de entrevistas con políticos, su postura corporal es recta pero algo inclinada para transmitir cercanía hacia el entrevistador y que el espectador perciba cercanía hacia las preguntas del pueblo. Como también pasa siempre, la postura corporal es la que más delata a un político aburrido conforme transcurre la entrevista, ya que éste se desmorona posturalmente. Lo veremos más adelante.
También es típico del comienzo de toda entrevista con alguien que trata de vender una versión contenida y modulada de sí mismo (cualquier político lo hace el 99% de su tiempo) ver muchas sonrisas falsas. En concreto la llamada sonrisa de Mona Lisa en la formación LNV de la Seducción, la cual se caracteriza como bien sabes por no ser una sonrisa que deje a la vista los dientes y que no nace de una emoción de alegría sino de un deseo de proyectar imagen positiva a la par que artificial. Por algún motivo los políticos se piensan que no sabemos diferenciar entre una sonrisa real y una fingida.
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Conforme avanza la entrevista primeros signos de agotamiento. La posición de su espalda pasa a ser reta a caída de hombros. Está tocando temas que le desgastan y ante los que se posiciona de modo inflexible y tajando, tal y como indica su posición de poder de manos, una variante de la posición de manos en campanario que aparece en el mentoring LNV de Manos y Pies.
La entrevistadora por su parte durante toda la entrevista se muestra estándar en su lenguaje no verbal, salvo algunos pequeños gestos de aburrimiento al final. En esta imagen fíjate en cómo apunta con la punta del pie que mantiene suspendido hacia el entrevistado. Una postura perfecta de entrevistador que denota interés, tal y como se trabaja en LNV de la Seducción en contextos en los que quieres conectar con alguien.
El cansancio hace mella en Rajoy y se apoya sobre el lado derecho de su cuerpo. Inclinándose y apoyándose en la zona superior en el codo derecho. Su mano derecha está destensada, tratando de transmitir relajación. Algo incoherente viendo su postura de incomodidad y falta de relax. Otro indicador de que ese deseo de parecer calmado es falso es su mano izquierda, en la cual realiza un gesto de autoconsuelo liberando ansiedad frotando las yemas de sus dedos.
Próximo al tramo final de la entrevista el desgaste de Rajoy continúa y por primera vez en la entrevistadora se ve aburrimiento a través de gesto de autoconsuelo sobre su bolígrafo. Está liberando una emoción que no puede manifestar abiertamente.
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Termina la entrevista con la conducta no verbal más desafortunada que he visto en mucho tiempo. Un auténtico desastre. Vuelve a incorporarse con espalda recta sabedor de que esto se acaba. Con espalda recta trata de transmitir compostura pero de cintura para abajo no puede hacerlo peor. Pies cruzados señal de incomodidad y, lo peor que puedes ver jamás en un político que está en televisión, mano derecha apoyada presta a levantarse y salir de ahí. Rajoy se muestra durante varios minutos en esa posición previa a iniciar el movimiento de alzarse apoyándose en el brazo del sillón.
En resumen, un auténtico despropósito en su comunicación no verbal. Con esta presentación de la información, independientemente de que su argumentación verbal sea sólida o débil, su mensaje se ve muy debilitado y el receptor lo percibe así. Por suerte o por desgracia, la entrevista tuvo una audiencia bajísima, así que pocas personas pudieron presenciar su desastrosa ejecución no verbal.