Memoria… se me ha olvidado

La memoria es la función mental por la cual se retiene y recuerda todo tipo de experiencias del pasado. Gracias a esta función, podemos hacer uso de la información que hemos almacenado en nuestra memoria para desenvolvernos en la vida y en el mundo que nos rodea.

 

         Con la edad es normal olvidar, con la edad se sufre un declive físico y mental, que es consecuencia de una larga vida de actividad. El cuerpo no aguanta tanto como antes, y la mente puede verse afectada por el deterioro general. Pero no existen serios problemas de memoria al llegar a la vejez.

Las personas que han utilizado su mente durante toda su vida, las que se han estimulado intelectualmente (lectura, pasatiempos, estudios…), pueden incluso tener un funcionamiento mental mejor que el de algunos jóvenes.

Si tuviéramos que recordarlo todo, nuestra mente parecería una jaula de grillos. Olvidamos para eliminar la información que sobra o que se repite y que ya no nos es necesaria. Generalmente olvidamos todos los detalles de la información que no son importantes para nuestros objetivos.

 

            Entre los olvidos más frecuentes: el olvido de objetos en cualquier parte (olvidar el paraguas en una cafetería), no poder encontrar algo cuando se busca (no saber dónde se han puesto las llaves), no recordar haber hecho algo en el pasado (¿apagué las luces al salir?) no acordarse de hacerlo en el futuro (no recordar que hay que hacer una llamada importante)

Las dos causas básicas son falta de atención y la falta de organización

 

La mayor parte de las veces se produce distracciones porque la acción que estamos llevando a cabo, como aparcar o dejar las llaves en algún sitio al entrar en casa, es demasiado rutinaria. Otro factor importante son las preocupaciones, las emociones, los planes y los asuntos que consideramos más prioritarios. Si nuestra mente está entregada a estos pensamientos, difícilmente pondremos la atención suficiente a las acciones más secundarias, como puede ser recordar que tenemos que llevar una prenda al tinte.

 

Algunos trucos útiles:

  • El orden. Acostúmbrate a dejar las cosas de uso más frecuente siempre en el mismo sitio. La clave: cada cosa en su sitio y así, cuando las busquemos, sabremos dónde están sin volvernos locos.
  • La rutina. Las acciones rutinarias pueden favorecer el olvido al exigir atención, también podemos considerarlas como una forma de orden, pero de nuestras acciones y no de nuestros objetos
  • Cambios en el ambiente Sirve para acordarnos de que recordar algo, más que para recordar la cosa en sí.  La clave: es hacer un cambio nada más ocurrírsenos la idea y con lo que tengamos más a mano.

 

  • Listas Requieren previsión y preparación. Sirven para evitar los despistes, pero no hay que olvidar mirarla

2 Comentarios

  1. yo ultimamente olvido donde dejo las cosas y me causa mucha frustracuón, de hecho ley el árticulo porque olvide donde deje un dinero, ni siquiera me acuerdo que me lo hayan dado, y eso me preocupa todavía mas, pero en fin me siento mas que mal.

  2. quiero rectificar, en el comentario anterior escribi “ley” y debí haber escrito “lei”

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