En política sabéis que todo está inventado y estudiado. Es habitual ver cómo los candidatos trabajan con sus asesores el qué decir y, sobre todo, cómo decirlo. Estas directrices de conducta tienen su máxima expresión en la campaña electoral, donde cada uno tiene que dar su mejor versión para conseguir el mejor resultado entre sus potenciales votantes. Tras una jornada de reflexión en la que hacen balance de sus posibilidades, de lo que han hecho bien y de lo que podían haber hecho mejor, de las evoluciones de su rival y de cómo les trata la opinión pública, acuden a las urnas a votarse a sí mismos, en un último acto público como candidatos a la Presidencia del Gobierno. Por este motivo, analizar el lenguaje no verbal de los candidatos en este acto es una oportunidad para ver a dos personas que, tras haber aplicado sus máximos esfuerzos para lograr un objetivo, se sienten más ganador que perdedor y viceversa, aunque no lo digan verbalmente (jamás lo harían).

• Manos: ambos candidatos son diestros y deciden introducir el sobre en la urna con su mano dominante, lo cual refleja deseo de controlar la situación y alcanzar la victoria. Como véis, no es algo que no hagan ya de por sí los candidatos de cara a la galería: demostrar su confianza en que ganarán. No obstante, es la mano izquierda, la no dominante, la que nos da la verdadera información sobre sus verdadera opinión sobre si esa victoria es factible. Rajoy tiene el puño semicerrado, siente que tiene la victoria en la mano, digamos que “agarrada”. Rubalcaba, por contra, tiene los dedos extendidos, como aquel que desea tocar algo que aún no tiene a su alcance. El candidato socialista siente que aún no tiene la victoria en su poder, de hecho, en mi opinión, creo que considera que se ha quedado muy corto para tan siquiera acariciarla.
• Postura de brazos: ambos candidatos guardan la misma postura al votar. Bien asesorados son conscientes de que el brazo que no utilizan para el voto ha de estar siempre visible, nunca extendido. La extensión del brazo implicaría imagen de “brazos caidos”, de derrota. Además, si la mano izquierda no estuviera visible se asociaría a falta de transparencia, a que hay algo que no quieren mostrar. Por tanto, la postura de brazos no es significativa en este caso porque ambos candidatos empatan en su ejecución.
• Cabeza: agachada se asocia a vergüenza, a consciencia de que no se ha llegado al nivel exigido. La imagen superior nos transmite esta información sobre Rubalcaba. Si bien es cierto que el momento en el que está capturada la instantánea no ayuda a que podamos obtener la información completa, ya que la expresión de su rostro y su mirada no quedan recogidas. Mi teoría es que el mismo Rubalcaba opta por no mostrar su rostro visible en el acto de introducir el sobre porque no se considera satisfecho con lo que ha hecho, se sabe perdedor. La imagen de Rajoy es totalmente dicotómica respecto a la del socialista. El candidato popular se detiene en el acto de introducir el sobre para ser captado por las cámaras, está disfrutando ese momento, lo considera la antesala a su victoria. Como ganador que se siente se muestra y se recrea ante las cámaras. No escatima en mirar directamente a los objetivos y en mostrar un rostro de ganador (mirada fija-simbólicamente hacia el objetivo que va a lograr- y sin necesidad de mostrar una sonrisa -sonreiría si necesitara pedir algo pero considera que se merece tanto la victoria y hay sobrados méritos para ello que no pide nada, sólo lo reclama, de ahí su boca cerrada, ejerciendo presión sus labios, aplicando fuerza “para conseguir algo que es suyo”).

En resumen, Rajoy se siente ganador. Rubalcaba es consciente de que tiene muy difícil ganar. De cumplirse este pronóstico, os pido que en los discursos tras el escrutinio que realicen cada uno de los candidatos tengáis presente el prisma del lenguaje no verbal para analizar la previsible derrota de Alfredo Pérez Rubalcaba y la victoria de Mariano Rajoy. Desde luego, contemplando estos elementos podréis sacar mucho más partido al discurso que brinde el derrotado en el proceso.