En el juego de la vida buscamos ganar, siendo la ironía que, lo que pensamos que es una victoria, la experiencia nos demuestra que jamás lo fue.
Mírate a ti mismo años atrás. Fíjate en aquello por lo que luchabas. Toda la energía que invertías en conseguir metas que a día de hoy te resultan totalmente carente de valor.
Piensa también en las dinámicas que te atrapaban. El drenaje energético que sufrías años atrás envolviéndote en relaciones tóxicas que te consumían. Y aún así tu respuesta era invertir más energía pensando que eso lo cambiaría todo.
Ya no tropiezas en esos obstáculos y, por tanto, tu definición de ganar es ahora totalmente diferente. El cambio es tan drástico que tu yo del pasado vería derrotas donde tú ves ahora victorias. Has cambiado. Has evolucionado. Has aprendido. El tablero de juego ahora se ve de otra manera.
Puedes ganar si te rindes
En el podcast que hoy comparto contigo te explico que ganar es un destino al que se lleva por muchas rutas diferentes. Lo importante es el destino. La ruta de acceso es secundario.
Tal vez pienses como yo y sientas que aprender a llegar a un destino por varios caminos diferentes tiene su encanto. Te da una visión más completa de lo que es la realidad y de lo que eres capaz de hacer en sitios nuevos.
Esta analogía de mirar el mapa para llegar a donde quiero es para mí la vida en sí misma. Si me sigues en Instagram ya me habrás escuchado varias veces compartir contigo reflexiones de este tipo.
Lo más importante para mí de este podcast es que te da una visión de lo que es una rendición activa. Y cómo eso te acerca a ganar si respetas esta dinámica.
A todos nos han explicado que la rendición es pasividad pero eso no te sirve de nada. La rendición activa te acerca a tu destino y es un acto de creación de realidad. Tiene mucho que ver con el doble cuántico.