La revista Psychologies de Marzo nos sugiere unas pautas para modificar nuestra conducta en el coche:
1) Marcanos un punto de inflexión, descubriendo el antes y el despúes de nuestros hábitos en el tráfico. Es una reflexión que ayuda a despertar la conciencia.
2) Valorar a aquellos que tenemos cerca. Preguntarnos si actuaríamos igual si nos acompañara gente que nos conoce: ¿hubiera gritado a ese señor si mis hijos estuvieran sentados detrás?
3) Ser comprensivos con los demás conductores y pensar que nosotros también podemos cometer errores. Hay que olvidar aquello de que “yo soy el único que sabe conducir”.
4) Pensar en lo mal que uno se siente después de un incidente con un capítulo de violencia, ya sea verbal o física.
5) Recapacitar sobre la utilidad del coche. Nuestro vehículo es un medio de transporte, no una herramienta que utilizamos para liberar nuestras emociones.
6) Ver lo ridículo que te ves desde fuera. Cuando contemplemos otra discusión o actitud que no nos incumbe, intentar reflejarse en el otro para tomar conciencia de que, cuando nos ponemos agresivos, no somos muy diferentes.
7) Evitar las provocaciones. Si algún conductor te provoca, cambia de carril. Muchos accidentes empiezan con una discusión e incitación a la rivalidad para “medirse en combate”.
8 ) Detener la discusión. Ser conscientes de que el que tenga la razón, tiene la mayor responsabilidad de detener la discusión.