Un estudio señala que las personas se sienten mejor cuando regalan cosas a otros que cuando las compran para sí mismas
El dinero sí puede comprar la felicidad, al menos cuando se gasta en otros.Esa es la conclusión de un estudio que aparece en la edición del 21 de marzo de Science. El estudio halló que comprar cosas para otros daba a las personas mayor satisfacción que comprarlas para sí mismos.
Y no sólo eso, la mayoría de la gente desconoce este secreto oculto para la felicidad, dijeron los investigadores.
“Está relacionado con el gasto ‘pro social'”, dijo Elizabeth Dunn, autora principal del estudio y profesora asistente de psicología en la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá.
“La mayoría de las investigaciones han analizado la relación entre la cantidad de dinero que la gente gana y los felices que son”, dijo Dunn. “Nosotros analizamos lo que hacían con él. Es una cuestión obvia, pero que no se había abordado”.
Los aumentos del ingreso pueden ayudar a dar más felicidad, pero el efecto es débil, según encontraron estudios previos. Las investigaciones también hallaron que a medida que el ingreso promedio aumenta dentro de una sociedad, los niveles de felicidad reportados por la gente permanecen relativamente estáticos.
¿Hay algo que la gente puede hacer con su dinero para mejorar su bienestar mental? Los autores abordaron esa cuestión de tres formas diferentes.
Primero, pidieron a una muestra representativa a nivel nacional de 632 estadounidenses (con un número similar de hombres y mujeres) que calificaran su nivel de felicidad, informaran sobre su ingreso anual y calcularan cuánto gastaban en un mes típico con diferentes artículos, incluidos regalos a otras personas y donativos de caridad.
Las que tenían más gastos “pro sociales” eran más felices, halló el equipo.
Luego pidieron a 16 empleados que calificaran su nivel de felicidad antes y después de recibir la participación en los beneficios de la compañía para la que trabajaban.
Los que gastaban una mayor parte de su bono de forma pro social eran, una vez más, más felices y esto era así independientemente de qué tan grande o pequeño fuera el bono.
Finalmente, a los 46 participantes se les dio un sobre que contenía $5 o $20 y se les pidió que lo gastaran. Los individuos fueron asignados de manera aleatoria para gastar el dinero en artículos personales o en un regalo para otro, incluido una donación caritativa.
Los que gastaron su dinero en otros informaron sentir más felicidad “después de recibir el dinero inesperado” que los que lo gastaron en sí mismos.
Aún así, la mayoría de la gente gasta más dinero en sí misma que en los demás (en parte comprensible por la cantidad de facturas a la que deben hacer frente la mayoría de las familias), pero los autores sugieren que dar tan poco como $5 podría ser suficiente como para obtener dividendos en felicidad.
“Ayudar a la gente y hacer cosas por otros le permite crear un tipo de comunidad”, dijo el Dr. Alan Manevitz, psiquiatra clínico del Hospital presbiteriano de Nueva York y del Centro médico Weill Cornell de la ciudad de Nueva York. “Sabemos que las redes sociales hacen a la gente más feliz. Tiene que ver con crear redes sociales o vínculos en la comunidad y la sensación de gratificación de que el dinero sea usado para ese fin”.
Además, el dinero es tan sólo un recurso que se puede usar para ese propósito, apuntó Dunn. “Todos los tipos de recursos podrían ser buenos para nuestro bienestar”, agregó.