“Es preocupante porque ellos (los jugadores de vídeo) están ensayando guiones de conducta que posiblemente desempeñen en la vida real”, dijo en el documental de la televisión sueca “Deadly Game” (Juego Mortífero) Michael Rich, miembro de la Academia Estadounidense de Pediatría que ha estudiado los efectos de los medios de entretenimiento en la salud física y mental de los niños.
Al preestreno del documental el lunes, que debe trasmitirse en horario de máxima audiencia el miércoles en el canal TV4 de Suecia, le siguió el debate de un grupo de expertos, que llegó a la conclusión de que había pocos hallazgos científicos sobre los efectos de los videojuegos violentos.
“Ha sido demostrado más allá de cualquier disputa que la gente que mira mucha violencia en televisión desarrolla una conducta agresiva”, dijo Frank Lindblad, un psiquiatra infantil en el Instituto Karolinska del hospital universitario.
Elisabeth Junttila, líder de una asociación sueca que promueve vínculos más estrechos entre escuelas y hogares, dijo que algunos niños se convertían en adictos a los videojuegos, y que pasaban todas las horas despiertos frente de una pantalla de ordenador comiendo patatas fritas, pizzas y refrescos. “Están en una forma física mediocre, no comen de forma sana, crecen gordos y sufren de insomnio”, afirmó.