Que te vaya bien

Siempre me despido diciendo “que te vaya bien”. Es algo que de modo natural conecta conmigo mucho más que:

  • Que tengas suerte (suena a que si no tienes suerte creo que no lo conseguirás por ti mismo/a)
  • Ve con Dios (expresión de personas mayores de mi pueblo que se ponen en manos de un dios que les da todo lo que tienen, también me suena mal porque limita nuestra capacidad de crear nuestra realidad)
  • Ten cuidado (otra despedida típica de gente mayor. No me chirría tanto como las anteriores pero creo que sólo es digna de decirse a hijos/as. Si se la dices a tu pareja puede indicar que estás haciendo rol de padre/madre o que no le ves a él/ella capaz de cuidarse por sí mismo/a -condescencencia-).

Sea cual sea la frase con la que te despidas de alguien, deseo que te vaya bien ante los retos que te presenta la vida. Constantemente. Sin descanso.

¿No ves retos ante ti en tu vida? Mala señal. Estás ciego/a y vives en automático.
¿Los retos que ves son los que te tocan por ser obstáculos ante los que luchan tus seres queridos? Mala señal. Te centras en los demás antes que en ti.

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Deseo que te vaya bien a partir de que te atrevas a ver tu realidad como es. Ojalá tengas el valor suficiente para reconocer tus errores y responder con honestidad a las preguntas que te lanzo en este podcast.

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