¿Tienes la suerte de compartir tu vida con perros? Si es así tienes a tu lado al mejor ser humano, quien mejor te escuchará, quien te proporcionará el cariño más puro y te será siempre fiel a cambio de nada. Tenemos mucho que aprender de los perros y poco que enseñarles, pese a que haya quien se empeñe en adiestrarlos, cuando debería ser al revés.
Lo que nos enseñan los perros
Los perros deberían adiestrarnos en disfrutar, en ser felices, en no estar constantemente preocupados, en enfocarnos en que la vida puede terminar mañana y si hoy es nuestro último día habría que aprovecharlo. Son emocionales por naturaleza, sabios a su manera, nos ayudan a confrontar y son nuestro punto de apoyo.
Tener la suerte de entrar en contacto con perros es asegurarte una dosis diaria de amor, cariño y ternura. ¿Eres capaz de mirar a un perro a los ojos sin dibujar una sonrisa? Si no te despiertan esa emoción no entenderás este post y el motivo será que no has estado cerca de uno de estos maravillosos seres. No tengo duda de que si pruebas la sensación de amor incondicional que te brindan los perros jamás lograrás olvidarla y buscarás más y más.
El amor es una droga. Los perros son la droga de muchos, entre los que me incluyo. La razón es que queremos nuestra dosis de contacto de amor. El amor es la droga más adictiva.
A esta reflexión llegué ayer paseando por las calles de Alicante. Es curioso cómo un paseo puede conectarte con tantos pensamientos y sentimientos. Es algo que te recomiendo: cuando sientas que necesitas un reset camina, corre, sal de tu casa con cualquier excusa. Oxigénate. Acércate a una zona de árboles, contacta con la naturaleza y tu vibración subirá.
De todo esto te hablo en el siguiente podcast. Dale al play.