Ánimo de traición impulsado por el resentimiento.
El sujeto no soporta la superioridad, sobretodo moral, de otra persona de mayor valía, y con sus deslealtades y perfidias procura reestablecer inconscientemente su equilibrio autoestimativo quebrantado.
Las treinta monedas de plata no explican suficientemente la villanía de Judas Iscariote, cuyo nombre ostenta el complejo.