Mariana Abeledo es psicóloga en programa de ayuda a mujeres maltratadas, organizado por el Colegio Oficial de Psicología y el Instituto Andaluz de la Mujer. Desde su experiencia, recuerda cómo muchas de las víctimas a veces no se reconocen como tales.
-¿De qué manera y en qué momento deciden las mujeres maltratadas acudir a grupos de ayuda?
-Muchas veces les anima una amiga, una vecina, un familiar. O un día que dicen, «hasta aquí», y voy a solicitar ayuda. Aunque las que han tomado una determinación son las menos, y casi siempre acuden por un detonante, como que el presunto agresor intenta pegar a los hijos.
-¿Todas suelen poner una denuncia antes?
-No siempre, no es necesario. Muchas mujeres saben que su relación no va bien, y vienen pidiendo información sobre cómo separarse, pero no siempre saben que eso puede ser una relación de maltrato. Tienen tan asumida la violencia que muchas no son capaces de identificarse con el problema.
-¿Cuánto suelen aguantar el maltrato?
-Prácticamente toda su vida. Hay ahora un grupo de mujeres jóvenes, con más información, que se dan cuenta antes y lo paran durante el noviazgo. Pero lo habitual es que se trate de señoras que llevan entre cinco y treinta años sufriendo una relación de estas características.
-Sorprende que haya tantos jóvenes entre víctimas y maltratadores.
-Y cada vez hay más casos. Afortunadamente se interviene en parejas de novios, porque la ley contempla que no es necesario que se viva en pareja para considerarlo violencia doméstica.
-¿Cuál es el perfil de una persona vulnerable de sufrir violencia doméstica?
-Hay tantos perfiles como mujeres en el mundo. Todas las mujeres hemos heredado una misma cultura en la que la supremacía del hombre se nos ha vendido como buena. Salir de esa situación es muy complicado.
-Además del maltrato físico, ¿en qué medida es más grave el psicológico?
-Ellas siempre relatan que el golpe se les puede ir al día siguiente, pero la bofetada no se les va del alma. La huella psicológica es la más importante a tratar, y la que más tarda en sanar, ya que tiene secuelas que duran mucho tiempo.
-¿Pueden llegar a recuperarse del todo?
-No tenemos datos de ello, pero creo que sí. Después de la terapia individual y la grupal, que dura tres meses, relatan que se encuentran más fuertes.
-¿Cuáles son los problemas psicológicos y sentimientos con los que llegan estas mujeres a los grupos de terapia?
-Principalmente un sentimiento de vergüenza, tanto por el fracaso por el matrimonio, como la vergüenza social del qué dirán. Y sobre todo un déficit de autoestima, ya que están tan acostumbradas a que le digan que no valen para nada, que llegan anuladas, sin capacidad para decidir. Y verdadero pánico hacia sus maltratadores.
-Hoy se celebra el Día contra la Violencia de Género. ¿Las mujeres que sufren maltrato sienten una mayor concienciación social?
-Claro que sí. Y de hecho, cuando ya han conseguido cierta recuperación, participan en convocatorias como la de hoy o cualquier otra en defensa de los derechos de la mujer.
Vía | La Voz Digital
Interesante entrevista, la verdad es que las mujeres maltratadas suelen tener una autoestima muy dañada y no son conscientes de lo que les esta sucediendo hasta demasiado tarde; todavía existen muchos micromachismos que anulan a la mujer, y hacen que su autoestima vaya disminuyyendo, causando un daño psicológico muy duradero… un trauma…. pero de los traumas se puede salir…
Y lo más triste es que la mujer que decide actuar y denunciar se enfrenta a un calvario:
Primero, Contarselo a alguien cercano, que puede que no la apoye como ella piensa. En algunas familias se ha desacreditado a la maltratada.
Segundo, si acude a un hosptal, contárselo a uno o varios extraños, con todo el peso que supone revivir la experiencia.
Tercero, contárselo a la policía y, poco después, a un abogado, esto es, por lo menos 3 o 4 desconocidos más.
Cuarto, contárselo a un asistente social o similares, y a los funcionarios encargados de tramitar los recursos de ayuda a las mujeres víctimas.
Quinto, contárlo en el Juzgado, ante el Juez y/o uno o varis funcionarios, con lo que debe imponer a una mujer en su situación.
Sexto, contárselo al médico forense, que debe evaluar las lesiones por las que la mujer debe reclamar.
Séptimo, revivirlo todo en el juicio, a pocos metros del maltratador y de su familia… y puede que de la de la mujer, que a lo peor no la apoya en ésto.
Podría seguir, pero se me ha puesto mal cuerpo…
Todos en algun momento de nuestra vida hemos sido victimas del maltratato y de igual manera hemos aprendido hacer maltratadores. Cualquiera de los dos roles que ocupemos estamos fomentando este flagelo. Lo correcto educar al maltratado para que no acepte esta situación y no llegue aprender esta conducta, que luego va a aplicar a otro y así sigue la cadena. El Maestro de la comprensión y la aceptación nuestra AMADISIMO SEÑOR JESUCRISTO, que paciencia, que aceptación que AMOR.