En estos días está siendo tema de conversación la muerte de Anton Yelchin debido a la publicación de su película / documental póstumo, “Love, Antosha”.
En esta película se abordan claves que desde la mirada inexperta desembocan en desgracia. En la mala suerte de morir con tan sólo 27 años.
Si en lugar de habitar lo denso para valorar este hecho, nos adentramos en lo sutil, la percepción de la muerte de Anton Yelchin cobra una dimensión en la que los elementos encajan y nos brindan un entendimiento del qué.
Este es un vídeo privado de mi escuela ubicado dentro del aula de Junio 2020.