Un paseo por la orilla de la playa. De la imagen de un arroyo a la mirada de un niño azotada por el viento, el mismo viento que empuja las olas contra un acantilado. “Escucha”, pide la voz del actor Luis Tosar, mientras Luar na Lubre canta de fondo uno de sus grandes éxitos, Tú gitana. Y más agua y más paisajes verdes, mientras en la pantalla se sobreimpresionan las palabras luscofusco, ribeira, badalada, carballeira, morriña… ¿Recuerdan la campaña publicitaria con la que la comunidad se vendía como un destino “único”? Pues no está nada lejos de la realidad, de lo que se les pasa por la cabeza a los visitantes cuando hablan de este rincón del noroeste. La imagen de marca de Galicia está rompiendo poco a poco los tradicionales tópicos.
¿El país del folclore, de las gaitas y las muiñeiras? ¿La tierra de los prados y las vacas? Dos imágenes que perduran, sí, que todavía existen para muchos turistas, aunque cada vez menos. Ni una ni la otra supera el 2,5% de las respuestas de los veraneantes que participaron en un estudio elaborado por los profesores Antonio Rial, Alberto García y Jesús Varela, del departamento de Psicología Social de la Universidad de Santiago de Compostela y que acaba de publicar la revista de turismo y patrimonio Pasos.
La estampa más difundida entre los turistas españoles sobre Galicia es la de los paisajes verdes, con un 18,3% de los casos, seguida de la gastronomía, un 11%, y el marisco, que se queda por los pelos en el podio con un 8,9%, con el clima (8,2%) pisándole los talones. Las otras características que evoca un viaje a Galicia son el arte, el Xacobeo, las playas, las rías, el mar, un lugar tranquilo, el trato de la gente y la montaña.
Ésa es la fotografía de Galicia entre los visitantes. Pero, ¿qué sensaciones suscita? Para la inmensa mayoría, con casi un 24% de las respuestas, el tan buscado descanso y tranquilidad que se necesitan en vacaciones. Muchos vendrán con ropa de abrigo, al fin y al cabo, otro 16,2% no se olvida de recordarnos que aquí nunca falta la humedad y el frío. Otro 14% señala el ambiente agradable, y un 10,7% de los analizados, la naturaleza viva que ofrece la comunidad. Hay quien ve en Galicia el reflejo de la libertad (0,7%), del aire puro (3,8%) y hasta los que se empapan de nostalgia (1,8%). En este caso, el carácter gallego cotiza al alza y la hospitalidad ocupa el quinto lugar.
Los atractivos “únicos”
Un lugar todavía mejor para la afabilidad de los gallegos cuando a los turistas se les interroga por los atractivos únicos, por los distintivos de la marca de Galicia. El trato de la gente se aúpa hasta el tercer lugar, por detrás otra vez del paisaje, con un 17,3% de las contestaciones, y la gastronomía, con el 16,5%. Aquí ya aparecen nombres propios, los de los monumentos: la Catedral de Santiago es el cuarto gran estandarte del potencial turístico de la comunidad, y el Camino, el octavo, por detrás de las rías y el mar y el marisco. Casi un 8% de los visitantes destacan la “mucha lluvia” que cae en el territorio gallego y un 4,5% alaba la tranquilidad.
El estudio de los profesores de la facultad de Psicología hace un perfil de la Galicia que se ve tras mezclar los estímulos con los atributos señalados por los turistas. Tomen nota: la tierra de los paisajes bellos, con una buena calidad y variedad de gastronomía, buen servicio en el sector hostelero y también buena relación calidad-precio.
Entrada patrocinada por: Tienda de Psicología
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