Durante décadas la psicología se dedicó, por necesidad, al estudio y desarrollo de teorías de psicopatología y tratamiento de desórdenes mentales. El Dr. Martin Seligman, exponente máximo del movimiento ”Psicología Positiva” nos indica en sus escritos que luego de la primera y segunda Guerras Mundiales y las que les siguieron, la psicología se encontró forzada a entender y atender a las personas que padecían de problemas emocionales y a desarrollar tratamientos adecuados para ayudarlos a superar sus dolores y sus traumas.
Esa fue la razón primordial por lo que la psicología relegó a un segundo plano el estudio de la parte positiva del ser humano. Ha sido maravilloso el esfuerzo y energía puestos por la psicología en el desarrollo de estas teorías y tratamientos. A la vez, ya es tiempo de retomar el estudio de la parte positiva del ser humano.
La psicología positiva es la rama de la psicología que desea entender y estudiar las emociones positivas de las personas como el optimismo, la resistencia, el fluir, la persistencia, la felicidad, el humor y la risa.
En la década del 1970 la escuela humanista con exponentes como Abraham Maslow y Carl Rogers ya hablaban de la necesidad de estudiar los aspectos positivos de la psique y personalidad humana. Maslow particularmente estudió a personas exitosas en el planeta y desarrolló una lista de características de personas autorrealizadas.
Actualmente la psicología positiva continúa interesada en entender y estudiar los elementos que hacen a las personas saludables emocionalmente. Es vital hoy día hacer hincapié en la necesidad de concentrarnos en el desarrollo de todas las características para ser felices. Para convertirnos en personas llenas de esperanza, alegría, satisfacción, optimismo, resistentes ante la adversidad, capaces de manejar retos y situaciones difíciles, con la habilidad de involucrarnos en una actividad que nos guste en cuerpo y alma de forma que perdamos la noción del tiempo. Es recomendable ser capaces de experimentar la felicidad y el bienestar en nuestras vidas siendo capaces de reír a plenitud y de utilizar nuestro sentido del humor para encarar lo que la vida nos presente.
Al aceptar que somos seres con la aptitud de ver el lado positivo de la vida, con la misma o mayor intensidad que apreciamos el lado negativo, entonces reconocemos esta habilidad de reconocer nuestras fortalezas y concentrarnos en ellas para continuar viviendo.
¿Dónde te encuentras querido lector? ¿Te pasas la mayor parte de tu tiempo en la queja y posición de víctima, sintiendo que la vida es injusta contigo o has comenzado a concentrarte en las cosas buenas a tu alrededor?
¿Estás listo para incorporar la ”Psicología Positiva” en tu vida? ¿Te consideras una persona optimista, con sentido del humor, estable ante la adversidad, capaz de fluir con la vida, resistente al estrés, feliz? El cambiar la percepción es sencillo. Es cuestión de tomar la decisión de concentrarte en lo positivo y agradable que tienes en tu vida y de poner en segundo lugar los problemas y dificultades.
¡Todos podemos hacerlo: inténtalo!
Vía | El Nuevo Herald
buenos dias¡¡ la verdad es que me encuentro bien, pero al mismo tiempo, me siento perdida, necesito algo que realmente me haga feliz, y nose, siento que no tengo nada por lo que sentirme feliz, quiza son los sentimientos en los temas pesonales o mi impaciencia por mi vida profesional, sera un conjunto, pero nose, quiero poder ser feliz con lo que tengo o luchando por lo que quiero, pero es que no se ni lo que quiero, estoy simplemente perdida a mis 22 años