Da igual lo que hagas o lo que dejes de hacer. Desde una comprensión real de lo que es el pecado todos somos pecadores. Incluso tomar consciencia de lo que te voy a contar aquí no te priva de este estado. De hecho, si entiendes bien este mensaje tomarás mayor consciencia de todas las veces que pecas al cabo del día. Y nada de lo que te voy a decir aquí tiene que ver con la religión, moral o ética. Va más allá.
La religión, moral o ética se mueven en un plano horizontal y dicotómico. Hay dos polos: bueno o malo, pecador o no pecador. De lo que voy a hablarte no se ciñe a esta arquitectura. El campo de trabajo es vertical. Hacia arriba o hacia abajo. Es ahí donde se encuentran los avances a nivel personal y/o espiritual. En el plano vertical. Una de consciencia aislada del plano horizontal donde la trampa es evidente: hacer determinadas cosas (buenas) para evitar determinados castigos (por ser malo).
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En el siguiente podcast te traslado este idea. Mi objetivo no es tratar de convencerte de que todos somos pecadores y, por tanto, todos estamos en el mismo punto de partida. Que todos somos parte de un todo es evidente, espero que eso ya lo tengas claro. Mi objetivo es que te des cuenta de que por mucho que trates de puntuar como buen@ en la escala horizontal, moverte en esa dicotomía te convierte en pecador en el sentido espiritual de la palabra.
Si quieres avanzar en la escala vertical te recomiendo que te pongas a recorrer tu camino personal a través de reconocer aquello que te impide avanzar y, a su vez, reconocer también que ese bloqueo no merece estar en tu camino. Para ello mis recomendaciones son 2: si deseas trabajar por tu cuenta descarga la herramienta que resuene contigo en Tienda y si deseas contar con un guía en ese camino puedes solicitar una sesión privada conmigo dentro del apartado Terapia.