Todo vencedor ha sido víctima antes. Es un paso ineludible para el éxito en tus propósitos personales.
No te avergüences de sentirte víctima. Lo tienes que sentir el tiempo necesario para llegar a tu límite y decir “basta”. Al alcanzar ese tope sólo te plantearás sentirte un/a vencedor/a.
En el siguiente vídeo te hablo de por qué este concepto ha sido tan malinterpretado y lo clarifico para que puedas aplicarlo en tu día a día.
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