El sentido de la vida

Si pones el foco en los otros empezarás a ver que muchas de las cosas que hacen otras personas te chocan. No entiendes por qué actúan de un modo en lugar de hacerlo de otro. Los actos de los demás no encajan con tu visión de la realidad. El sentido de la vida para ti se pierde en el comportamiento de otros. Veis la vida de modo diferente.

Es cierto que cada persona tiene una única percepción de la vida misma y, por tanto, el derecho (e incluso diría que la obligación) de llevar ese modus operandi hasta el límite y cambiarlo tantas veces como desee. No obstante, también es verdad que existen muchas capas de realidad y cada uno interactuamos en unas u otras dependiendo de nuestro momento a nivel de las capas de realidad mental, emocional y energético.

Esto hace que el tratar de obtener una fórmula maestra que indique lo que es bueno o es malo es una lucha sin sentido. No solamente eso carece de aplicabilidad referido a los demás sino que ni siquiera para nosotros mismos valdría, ya que no somos los mismos continuamente. Nuestros actos van cambiando, que en definitiva es lo que importa. Tus palabras pueden apuntar hacia una dirección pero son tus actos los que indican realmente hacia dónde miras.

Buscando el sentido de la vida detectando sus sinsentidos

Suelo decir que, aunque no sepas hacia dónde quieres ir, a veces es un muy buen punto de partida saber dónde no quieres estar o qué no quieres en tu vida. Por eliminación eso te ayuda a crear una hoja de ruta de tu viaje (vital). Del mismo modo, si aún no le ves el sentido a la vida un buen punto de partida es empezar con los sinsentidos de la misma.

Una pregunta que me gusta hacer a la gente es por qué hace lo que hace. Te sorprenderás los motivos por los que alguien mantiene un comportamiento en el tiempo. Si preguntas acabarás llegando a un miedo como inicio. Tú por ejemplo, tal vez, vayas a trabajar a un sitio que te disguste por el miedo a no tener dinero para comer.

En este reel te pongo un ejemplo que siempre me llama la atención. El “bueno”, el que siempre ayuda a los demás, desde el mayor egoísmo. Ayudo para recibir algo bueno, no por el placer de ayudar. Igual que el botones de un hotel, que te lleva las maletas para recibir una propia.

Otro de los sinsentidos más habituales es el de desear algo y nombrarlo sin saber que lo que estás pidiendo no es lo que deseas. Esto sucede en nuestro plano de realidad con la mayoría de palabras relacionadas al amor. Un clásico es “quiero un novio”.

Estos son algunos ejemplos de cómo hacemos cosas sin sentido o, al menos, no reconocemos el verdadero motivo por el que hacemos algo. Al final es igual de caótico el ser ignorante de algo como no verlo porque está tapado debajo de capas de postureo que me hacen parecer bueno. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

El sentido de la vida y una vida significativa

Los errores de una vida sinsentido entran en confrontación con el camino que te conduce a una vida significativa. Irónicamente, los errores son el paso previo a los aciertos. Por tanto, sin el sinsentido vital jamás accede ni valoras el sentido de la vida.

Escucha este podcast y saca las propias conclusiones para aplicar lo dicho a tu propia vida.

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