Permítete Ser Tú

Es muy fácil decir “permítete ser tú”. En teoría la libertad de ser nosotros mismos es un bien preciado. Sin embargo, ¡qué tarea tan complicada a veces!

La primera pregunta:

¿Sabes quién eres tú realmente?

No caigas en el error de responder a esta cuestión recitándome tu CV (no seas un enfermo de titulitis). Prueba a responderla desde el yo. Honestamente.

Te estarás dando cuenta de que resulta difícil responder a esta cuestión. De esta dificultad se derivan otras, buscando la causa de la misma:

¿Haces realmente lo que te gusta?

¿Por qué tienes el trabajo que tienes? ¿Te gusta?

¿Por qué tienes pareja? ¿Es la persona con quien te gustaría estar siempre o anhelas a alguien más?

Incluso, para saber quién eres, tienes que mirar hasta a tu nombre.

¿Por qué te llamas como te llamas?

Nos educan para ser como debemos ser. Difícilmente nos dejan ser quienes somos. Por eso es tan importante el camino del desarrollo personal. Porque tu meta no es ser una pieza más del engranaje social, familiar, laboral. Tu meta sana debe ser quien eres, independientemente de quien seas y pese al miedo que te de descubrir quién eres realmente.

De la importancia de todo esto te hablo en el siguiente podcast. Te pido que tras escucharlo simplemente respondas desde la emoción y no desde la racionalidad a la siguiente pregunta:

¿Me permito ser quien de verdad soy?

Si tu respuesta es “no” es obvia la indicación: permítete ser tú. Para descubrir quién eres empieza a indagar en tu mochila emocional, empieza a cuestionarte todo, empieza a preguntarte por qué te gusta hacer lo que haces o por qué detestas ciertas cosas. Sé consciente de cuántas creencias heredadas te modelan. ¡Cuántas de estas creencias que jamás has cuestionado han dejado que te definan hasta el día de hoy!