Roles tóxicos: el eterno atacado

¡NO!

La figura del eterno atacado hace referencia a aquella persona que SIEMPRE va en contra de la norma, con la característica fundamental de mantener este comportamiento por experiencias pasadas, no presentes.

El rasgo de personalidad que define a estas personas es la suspicacia. Constantemente están valorando si aquello que sucede a su alrededor es nocivo para ellos. Raramente valoran algo como positivo, por lo que están a la defensiva constantemente.

De este modo, sus características fundamentales serían:

  • Presenta una formulación negativa de su ámbito (laboral, personal, familiar, etc., según corresponda) y de todo lo que en él pueda acontecer.
  • En el pasado ha vivido experiencias negativas en este ámbito.
  • En el presente estas experiencias negativas han remitido o, al menos, no son de una magnitud equiparable a las del pasado.
  • Tiene la creencia de que actualmente el ambiente es menos hiriente gracias a su desconfianza y a su tendencia a luchar siempre contra la norma.

Su actitud defensiva es una tónica en su comportamiento. Se han registrado algunos casos en los que este comportamiento correlaciona con una indefensión aprendida experimentada a edad temprana debido a la muerte de uno de los padres o de un familiar cercano de apoyo. En estos casos, el desempeño del rol se explica a través de la vivencia continuada de tener que adaptarse a las circunstancias, las cuales generalmente son cambiantes a la baja (cambiando a peor debido a las pérdidas de familiares, comodidad, cariño y felicidad que producen).

El gran problema de estas personas es que perciben su contexto tan amenazante que les es imposible adoptar una postura relajada en él, optando por estar a la defensiva como la mejor opción para sobrevivir.

Además, conciben que esta actitud defensiva es la responsable de que cada vez las cosas le hagan menos daño, por lo que renunciar a esta visión de contexto amenazante sería renunciar a su propia forma de actuar y reconocer su error o excesiva desconfianza, por lo que jamás dejarán de percibir la situación como peligrosa.

Para condena de estas personas, es cuando se alejan de este contexto (generalmente, laboral) cuando optan por un punto de vista más global y se dan cuenta de que la situación no era tan mala como parecía y que han malgastado su tiempo en adoptar estrategias de defensa ante ataques que sólo ellos han visto.

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4 Comentarios

  1. No voy a poner en duda de la existencia de este tipo de antisistema, pero hasta donde se yo, el antisistema se corresponde mas a un movimiento social (anti sistema economico, anti capitalista), que a una patologia personal.

    Saludos.

  2. Creo que no has entendido el post. No hablo de una patología. Un rol tóxico no es eso, sino que hace referencia a una forma de actuar que impide una relación no problemática con el entorno de quien desempeña ese rol. Como ves, la diferenciación está en que no se habla de salud y patología, sino de comportamientos que provocan malestar a quien lo realiza.

    Por eso hablo de individuos y no de grupos, ya que sería muy fácil caer en la demagogia al hablar de grupos, además de no ser ético.

    Saludos.

  3. Pienso que este tipo de personas las encontramos en todos lugares, se comportan de forma “huraña”, no confían en nadie, es casi imposible trabajar en equipo con ellos debido a su falta de habilidades sociales, además de manifestar comportamientos “extraños” (como no contestar el saludo, casi no sonríen, no participan en eventos, entre otros) con las personas que los rodean ocasionando con esto falta de redes de apoyo a su alrededor convirtiéndose en un circulo vicioso del que le resulta imposible salir .

    Saludos

    1. Muy buen análisis

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