Mira a tu alrededor y verás, allá donde mires, señales del doble cuántico creando tu realidad. ¿Te va bien en el trabajo? ¿Sientes que podía ir todo mejor? ¿Qué tal en tus relaciones?
Todo obedece a ese proceso a través del cual te conviertes en un enorme imán que atrae aquello que cree poder magnetizar. Ese proceso que no te han enseñado pero cuyos efectos has sentido a tu alrededor.
¿Acaso no recuerdas esos momentos en los que te has sentido un imán de cosas malas? Y viceversa, ¿te acuerdas de esas rachas en tu vida en la que todo te salía bien? Bajo estas dinámicas subyacen creencias, capacidad de creación y, en resumen, el doble cuántico.
El uso del doble cuántico está supeditado a tu capacidad para entender el proceso que ya está actuando en tu vida. Pasar del entendimiento a través de darte cuenta de lo que creas, a la dinamización de tu deseo. A veces, ese proceso cuesta arrancar, como ves en la siguiente imagen.
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Señales del doble cuántico en la vida
Una de las señales fundamentales del trabajo con el doble es la vida que tienes hoy. Esa suma de decisiones que has ido tomando con el paso de los años y ha dado como resultado la vida que hoy conoces.
Mira a tu vida y responde a la cuestión: ¿Tengo la vida que quiero?