E-mail de Ángela:
Mi pregunta va sobre si es bueno premiar a mis hijos. Tienen 10 y 7 años, se portan bien tanto en casa como en la escuela y mi marido y yo les premiamos todo lo que podemos. Nos gusta tener todos los detalles posibles siempre que se portan bien para animarles a seguir siendo buenos. Yo que creía que esto es algo bueno, me llevé la sorpresa de que un psicólogo escolar decía en la radio que esto es contraproducente. Me gustaría que me aclarara algo a este respecto.
Gracias.
Respuesta de Francisco José Navas Ainz:
Esta es una pregunta que se formulan muchos padres. Creo que la mejor forma de explicar lo que quiso decir el psicólogo escolar, que es cierto, es que te imagines una línea en la que un extremo es “CASTIGAR SIEMPRE” y otro “PREMIAR SIEMPRE”, quedando como término medio el “CASTIGAR O PREMIAR A VECES”.
Lo ideal a la hora de educar es no caer en los extremos. Castigar siempre es tan perjudicial como premiar siempre, aunque pueda parecer lo contrario. El motivo es que una persona que siempre recibe un premio por hacer algo, acabará realizando esa conducta por el premio que le dan. Por tanto, no actuará por iniciativa propia o motivación intrínseca (interés, deseo, etc.) sino por iniciativa externa o motivación extrínseca (por el regalo que le dan).
De esta forma, si se deja de dar el regalo el niño dejará de realizar esa conducta. Por lo tanto, no se debe premiar siempre, sino establece una línea base o punto de corte sobre el cual se decida premiar. Por ejemplo, no le premie porque se comporte bien en la escuela porque esto no es algo meritorio sino deseable y exigible socialmente. Sin embargo, prémiele por mejorar en aquellas asignaturas o materias en las que obtiene peores resultados y, por tanto, una mejoría depende de invertir un esfuerzo.
Sin caer en los extremos de “SIEMPRE CASTIGO” o “SIEMPRE PREMIO” no ha de precuparse por premiar a sus hijos.