Esta mañana ha tenido lugar una conversación con un amigo en la que los dos nos hemos dado cuenta que proyectando nos estamos colocando trampas en nuestro camino.
Todo ha comenzado cuando él me ha dicho que ha estado pensando que todo lo que yo empiezo nunca lo acabo, basándose en unos cursos en común que hemos hecho. La frase clave ha sido “Paco, he pensado que nunca terminas lo que empiezas”.
En un primer momento me he quedado sorprendido de que dijese esta afirmación tan tajante y tan sin venir a cuento, cierta en parte pero falsa en otra gran parte. No obstante, en ese momento sólo he alcanzado a decirle “No es cierto, termino muchas cosas de las que comienzo y otras no, según las circunstancias”. Comencé a defenderme atacándole, diciéndole que él no terminaba cosas pero no creo que eso fuera lo que le definía.
Al poco tiempo me contó una historia de una excursión de hace un par de días, en la que él relataba todo como maravilloso y dejó para el final la parte de la historia en la que comentó que se quedó atrás de su grupo, que todos alcanzaron un punto de ruta y él se quedó a las puertas y dijo: “Coño, todos terminaron menos yo”.
Enseguida nos dimos cuenta de que él estaba proyectando sobre mí su frustración por haber sido el único rezagado en esa excursión. Por tanto, me atribuyó a mí sensaciones, miedos y creencias que tiene sobre sí mismo.
Esta es una de las trampas que nos ponemos en nuestro día a día. Echamos la culpa a los demás de lo que nos sucede o catalogamos a personas de un modo similar a como pensamos o tememos que seamos nosotros.
Estad atentos/as a este tipo de trampas, pues no son más que mecanismos que preservan nuestra autoestima de un modo aparente para inculpar a otros/as de nuestros pequeños errores y que, a fin de cuentas, no hacen nada mas que perjudicarnos a la hora de avanzar en el camino del crecimiento personal. Si te conoces, con tus virtudes y tus defectos, podrás conocer a los demás por lo que son, no por lo que tú crees que son basándote en el propio desconocimiento que tienes de ti mismo/a.
En uno de los curso de Dale Carnegie la sesión más impactante empieza con un colaborador diciendo más o menos: Yo conozco gente del montón que siempre será del montón. Porque nunca teminan lo que empiezan.
Yo creo que la frase podria escucharse mejor “yo conozco personas exitosas que siempre serán exitosas, quieren que les diga por que? por que siempre terminan lo que empiezan”
Sinceramente,ante la anterior afirmación,
¡No entiendo como nadie reacciona!
no siempre se termina lo que se empieza por muchas razones…y no por eso ya eres del monton, suena a descalificacion…puede que aprendas a terminar otras cosas, o algunas, o la mayoria,…quien haya terminado todas las cosas que empezó….que lo diga….!!!!!
[…] menudo hablamos sin escuchar realmente… se escucha lo que se quiere, en psicología es denominado proyectar, así ocurren los 'diálogos de besugos'. GA_googleAddAttr("AdOpt", "1"); […]
Quien haya terminado todas las cosas que empezó… que arroje la primera piedra…
Exacto