Requisitos para alcanzar el éxito en el reto del crecimiento personal

“No puedo, no puedo”. Lo hemos dicho todos en alguna ocasión y en un 99% de las ocasiones que hemos pronunciado estas palabras no hablábamos de nuestra capacidad sino de nuestro deseo. Habría sido más sincero decir “No quiero, no quiero”. Decir que no podemos hacer algo no es otra cosa que el camino fácil para autoconvencernos de que eso no está a nuestro alcance y, por tanto, no requiere nuestro esfuerzo.

Seamos autocríticos y admitámoslo. Todos somos o hemos sido cobardes alguna vez en nuestra vida. Todos hemos dejado de hacer algo por el simple hecho de que anticipábamos que era necesario un gran esfuerzo que no nos apetecía o no sabiamos si nos iba a compensar. ¿A eso cómo se le llama? Pues el nombre que recibe es: el ser humano.

Negar que en nuestra naturaleza está innato el hacer siempre aquello que nos sea menos costoso sería la mayor muestra de falsedad y me niego a, conscientemente, falsear mis propias opiniones. Para mí, falsedad y valentía están íntimamente relacionados.

Alguna vez os he hablado del respeto que despiertan en mí quienes deciden explorar sus límites, quienes no dudan en ponerse en situaciones nuevas que por desconocidas son arriesgadas y, sobre todo, quienes deciden embarcarse en el camino del autoconocimiento y crecimiento personal. Este es un camino lleno de espinas porque nadie te asegura que lo que encuentres en él te vaya a agradar a corto plazo. Sin embargo, sí hay garantía en que todo lo que halles en él será verdadero.

Y es aquí a donde quiero llegar. ¿Nos tenemos que dejar llevar por nuestro miedo y hacer lo más cómodo? ¿Más bien tendríamos que ponernos a prueba constantemente? A mi parecer, ponerte a prueba constantemente es algo tan estúpido como no hacer nada por ti mismo. En el término medio está la virtud y creo que el camino del autoconocimiento es un camino que jamás cesa y que tiene su punto de mayor empeño al principio.

Por tanto, ¿qué recomiendo? Recomiendo que quien quiera descubrirse a sí mismo, cumpla los siguientes requisitos:

1. Deseo de tomar una dirección o luchar por un objetivo específico. No vale decir “quiero mejorar”. Eso es tan cobarde como no decir nada. Lo valiente es decir “quiero cesar esta relación que me hace daño y necesito tu apoyo en mi lucha”.
2. Creencia en sí mismo/a. La terapia no es más que un apoyo que te guía en tu propio proceso de descubrimiento. El mérito no es del terapeuta sino del paciente. El fracaso sí puede ser parte del terapeuta, pero el éxito sólo es mérito del paciente. En resumen, se avanzará tanto como el paciente quiera avanzar.
3. Sinceridad y capacidad de sacrificio. Nadie te ha dicho que este camino sea fácil.

¿Cumples estos 3 criterios? Entonces puedes embarcarte en el camino del crecimiento personal con garantías. No es un camino fácil y tampoco un camino libre de obstáculos. Tendrás fases altas y fases bajas pero tu constancia te llevará a tu objetivo. Descubre tu límite, porque así tendrás un objetivo que alcanzar y posteriormente superar. Posteriormente localiza otro límite y supéralo también. Verás que eres capaz de hacer todo lo que quieras hacer y no sólo lo que puedas.

Un saludo.

Francisco José Navas Ainz

Psicólogo

fjnavas@hotmail.com

(+34) 690146870