Somos esclavos de nuestras emociones. Si te sientes bien todo parece más bueno de lo que es realmente. Por contra, si te sientes mal todo parece susceptible de ser negativo. Esto que siempre se ha estudiado como atribución se ha enfocado hacia afuera, hacia el entorno, hacia cómo vemos el mundo. ¿Y si lo enfocamos hacia cómo nos sentimos?
Para mí el sabotaje por sintonización es esa trampa que nos ponemos para perjudicarnos con la excusa de estar en sintonía, de ir a juego con otra persona, grupo o situación. Te pondré algunos ejemplos de lo que estoy hablando:
Comienzas una dieta y decides saltártela el día que hay una bronca en tu casa. Te pones de tan mal humor, te sientes tan desestabilizado, que sintonizas con ese malestar saltándote la dieta y comiendo compulsivamente aquello que te perjudica.
Quieres dejar de fumar, lo intentas, pero el estrés y la ansiedad te pueden. Te sientes tan mal que la forma de sintonizar con tu malestar es algo que te haga sentir aún peor: volver a fumar y dar por perdidos todos los días que llevas intentando dejar tu vicio.
Tienes que salir a correr pero no tienes ganas. Te aferras a cualquier razón negativa para excusarte y “justificadamente” no salir: ayer tuve un día agotador, hace algo de frío, parece que va a llover, etc.
En conclusión, el sabotaje por sintonización aparece cuando buscamos alinearnos con una emoción negativa y de este modo dar sentido a la experiencia de un modo global.
Este fenómeno es algo que sucede desde siempre y explica por qué muchos padres buscan proteger a sus hijos de la influencia de malas compañías (los hijos sintonizan con ellos), por qué una persona que quiere dejar de beber lo último que debe hacer es ir a un bar (sintoniza con las emociones asociadas a la bebida en ese contexto) o por qué alguien que trata de superar una ruptura sentimental lo primero que debe hacer es eliminar cualquier recuerdo de esa persona (así evita sintonizar con momentos pasados y no castigarse en exceso, ya que la emoción negativa ya está presente).
Una buena forma de detectar si tú mism@ te saboteas por sintonización es escuchándote. Cuando dices “De perdidos al río” (from lost to the river) es más que probable que estés autosaboteándote de este modo, porque ese planteamiento no es más que una forma de sintonización con lo negativo (“Ya que he hecho una cosa negativa, hago muchas más”).