El paradigma terapeutico

¿Qué es el paradigma?

Se entiende por paradigma el enfoque o punto de partida a partir del cual lograr avances, en este caso, terapeuticos. El paradigma es fundamental ya que determina la estructura de todo el proceso. Digamos que sería igual de importante que los cimientos a la hora de proyectar una casa. Una base sólida hace que todo el trabajo posterior de sus frutos. Una estructura errónea hace que todo esfuerzo posterior contribuya a que se derrumbe la casa.

La contradicción de quien no quiere sanar

Se da la circunscia de que las personas nos adaptamos, incluso a lo malo. Esto genera situaciones tales como quien desea sanar pero boicotea cualquier intento para ello, ya que está acostumbrado/a lo malo y salir de esa zona negativa implica exponerse a cosas nuevas que no controla. Ni el conocimiento de que esas cosas nuevas sean estímulos positivos que en un primer momento le estresen pero que a medio y largo plazo le beneficien le desalienta para elevar esa muralla de miedo y bloquearse en el proceso.

No detectar este punto de partida de miedo a avanzar es un sabotaje de muchos procesos de cambio porque ¿cómo tratar de ayudar a una persona a cambiar si no quiere cambiar? Esto pasa en consulta y es ahí donde el terapeuta ha de ser franco desde el minuto 1 con el cliente. Si no deseas cambiar vuelve cuando tengas un motivo para hacerlo. Honestidad.

El paradigma terapeutico

La terapia es un trabajo en el que se busca sanar. Todos necesitamos sanar ya que estamos en constante interacción con nuestra realidad y como consecuencia de ello acumulamos y digerimos muchas situaciones cotidianas y sucesos puntuales que dejan en nosotros un poso a nivel mental, emocional, energético y funcional. Es por esto que la terapia es una fórmula necesaria periódicamente en nuestra vida, ya que nos ayuda a despojarnos de esas cargas que tendemos a acumular a medio plazo y que nos impiden avanzar al ritmo que deseamos, hasta el punto de correr el riesgo de confundirnos y hacernos pensar que la carga es “nosotros”, que no fluir por la vida es parte de “nuestro ser”. Resulta fundamental hacer un trabajo previo con nuestro cliente de diferenciación entre lo que es en función de sus resultados y lo que verdaderamente es independientemente de estos. A este respecto, esta es una reflexión habitual que planteo a mis clientes, te la brindo a ti en este vídeo.

La sanación, el redescubrimiento de tu naturaleza esencial, pasa por romper con las creencias limitantes que has ido adquiriendo en tu recorrido vital. Volver a tu origen. Desandar para caminar de nuevo. Ese sería el proceso, el cual se compone de varios pasos específicos en cada proceso personal según necesite la persona. A modo de consejo, seguir este camino puede lograrse de dos modos:

  1. Buscando un facilitador que te guíe
  2. Tratando de guiarte a ti mismo/a mediante el aprendizaje por ensayo y error, lo cual es un proceso a nivel personal brutalmente enriquecedor aunque más lento debido a la falta de un punto de vista externo.

Sea cual sea el camino que elijas, sigue el siguiente consejo a partir de ahora:

[Tweet “Cíñete al paradigma Ser – Hacer – Tener”]

Vivir de acuerdo a este paradigma sanador consistentemente en el tiempo cambiará tu realidad porque romperás mediante la actuación con las creencias que te encorsetan en una realidad limitante. Dale al play para escucharlo.

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