Vacúnate ante la opinión ajena negativa. La que más te dolerá será la que provenga de seres queridos. En ese caso necesitarás un período para asimilar mayor. En cualquier caso atiende a que opiniones ajenas no son más que proyecciones que te envía quien te mira y te transmite cómo encajas tú en SU forma de ver la realidad.
La vacuna ante el ataque no es un ego desmedido (egocentrismo) sino la sabiduría del autoconocimiento. Si te conoces sabrás cuándo te están describiendo de un modo que sólo tiene sentido a ojos de quien lo promulga.