El desapego recibe muy malas definiciones: egoísmo, desentendimiento, insolidaridad… Todas ellas resultado de una mala interpretación pero que por desgracia están presentes en el ideario colectivo de mucha gente. De hecho, desapego se utiliza en muchas ocasiones como sinónimo de falta de cariño, cuando no es así.
“Ese niño ha sufrido mucho desapego por parte de sus padres”
Frase coloquial
¿Qué es el desapego?
Mi humilde definición es la que te doy en el siguiente podcast:
Aspirar a la vida que mereces
¿Cómo llegar a donde te corresponde si no vives enfocado en ti? Enfocarte en ti no es egoista sino básico para la supervivencia. Sólo enfocándote en ti puedes, en segundo término, enfocarte en los otros. Irónicamente, muchas personas no pasan al segundo término (pensar en el otro) y sólo se quedan en el primero (yo, yo y yo). A estas personas se les llama, con toda razón, egoistas.
Quien ejerce el desapego no es egoista
Te lo explico todo en el podcast. No quiero repetirme. Lo que sí te pido es que después de escucharlo lo apliques a tu vida. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Tengo la vida que deseo?
- ¿Puedo tener la vida que deseo?
- ¿Qué me impide, además de mi apego, tener la vida que deseo?
Olvídate de tus creencias limitantes para responder. Haz un ejercicio de tábula rasa y trata de resetearte a nivel mental y emocional. Olvídate de esos muros ante los cuales te has chocado repetidamente y piensa que este intento va a ser el definitivo.
Ten el valor de dibujar tu futuro como deseas realmente que sea. Siente cómo en ese proceso es probable que te invada la culpabilidad, el sentir que estás traicionando a personas que esperan de ti que dejes tu vida para atender las suyas. Cuando eso pase piensa que, efectivamente, estás apegado/a. Primer paso cumplido: el darse cuenta.
