La sensación de vida estancada se produce cuando tus objetivos no se han cumplido y te mantienes enfocado en la meta. Por esa razón recomiendan, por salud psicológica, centrar las metas en pasos cortos y accesibles, que poco a poco darán paso a metas mayores. Esta sería un antídoto para la frustración.
No obstante, también puedes sentir la sensación de que tu vida está estancada cuando sientes que pasa el tiempo y nada cambia. Tal vez esto suceda por el motivo anterior (la “gran meta” aún no ha sido lograda) pero también cabe la posibilidad de que sea porque estás dejando pasar el tiempo sin actuar. Dicho de otro modo, te agarras con uñas y dientes a la dichosa frase hecha de “El tiempo lo cura todo”.
El tiempo, por sí solo, no tiene más efecto terapéutico que el de un anestésico. Pero lo que te provoca el dolor seguirá causándolo hasta que actúes para eliminarlo. Utiliza en esta frase los términos que compongan tu caballo de batalla y tu fuente de frustración y trata de tener claro que por mucho que seas paciente, si no haces algo distinto cada día que te haga conseguir el resultado diferente que buscas estarás perdiendo tu tiempo.
A continuación un útil gráfico que explica tres formas en las que habitualmente evitamos decidir y eso complica mucho nuestra vida. Espero que te sirva de inspiración para dar el paso que desees dar.
Muchas personas han dado ya ese paso adelante, decidiendo tomar el mando de sus vida. Lee algunas experiencias en la sección FEEDBACK.
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