Errores habituales: esperar de los demás lo que tú harías

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Este artículo parte de una reflexión sobre una de mis experiencias recientes.

Un enfrentamiento con una persona se traduce en un distanciamiento que, cuando remite, no te deja el buen sabor de boca que te producía esa relación anteriormente.

Motivos puede haber muchos: el poso que ha dejado ese conflicto, el que esa relación haya cruzado un límite que se pensaba que no se pisaría jamás, la sorpresa de que ese roce te haya afectado tanto y, aquel del que acabo de darme cuenta: darte cuenta de que esa persona no actúa como tú actuarías.

Es un pensamiento habitual el idealizar a personas que son de nuestro agrado y que no conocemos en un alto grado. Solemos llenar esas lagunas de información con pensamientos positivos respecto a ellos. Esto facilita que esa relación fluya fácilmente al principio pero ralentiza la misma ante cualquier conflicto en el que esa mentira se desenmascare y, rápidamente, te obliga a preguntarte: “¿Esta persona es como es o como yo creía que era?”.

Te puedes dar cuenta de que alguien no es tan bueno o tan amable como pensabas. Tan sólo es alguien a quien no habías conocido lo suficiente.

Pese a ser un error habitual, bendito error el presuponer la bondad de alguien. Mala noticia será si llega el día en que no lo cometamos, eso significaría que no esperamos nada bueno de nadie. Desolador.


Videocurso LNV Nivel 1

7 Comentarios

  1. […] estar, etc.) por el mero hecho de ajustarse a nuestro prototipo de “persona ideal” (en “Errores habituales: esperar de los demás lo que tú harías” hago una aproximación desde otra perspectiva a este […]

  2. […] en nuevos niveles en los que nos estamos relacionando ahora, supongo que he caido en el error de esperar de los demás lo que yo haría y eso se ha traducido en darte cuenta de cómo son realmente algunas […]

  3. Pues sí que es desolador esperar lo malo de todo el mundo. Supongo que es mejor no esperar nada, aunque inconscientemente esperemos lo mejor y conscientemente nos preparemos para lo peor ¿no? 🙂

    1. La clave es la experiencia que hemos tenido en situaciones similares. Y dentro de “similares” entran muchas característicias. Algo similar, algo que te recuerde tu experiencia (negativa o positiva) previa puede ser: una misma localización, un mismo color de pelo, una palabra, un perfume… Según lo incrustado que esté ese recuerdo en nuestra experiencia será mayor la especificidad de lo que lo desencadena.
      Inconscientemente siempre esperamos lo mejor, al menos en un primer instante, en un segundo instante si intuimos que no se va a producir nos cerramos para protegernos, pero el miedo a soñar no existe en un primer instante. Siempre buscamos encontrar lo que queremos.

      1. Pues sí, estoy de acuerdo. Supongo que no es malo tener esas expectativas, pero tenemos que ser conscientes de que son expectativas personales, nuestras, basadas en como somos nosotros. Y que si los demás no las cumplen, la “culpa” es nuestra por esperar algo de los demás sin llegar a conocerlos como realmente son, porque si los conociésemos sabríamos que no deberíamos esperar aquello de ellos. Por eso decía lo de esperar “conscientemente” lo peor, porque aunque de forma natural esperemos lo mejor, si no nos preparamos para que “fallen nuestras expectativas” acabaremos dejando a esas personas de lado por habernos fallado, en vez de aceptarlas tal y como son 😉

        Con lo del último párrafo, aquellas personas que sólo esperan lo peor, se quedan solas, porque no intentan conocer a los demás temiendo que los traicionen siempre ¿no?
        Un saludo

        1. Sabes por qué esperamos de los demás algo bueno sin que nos den motivos para ello? Por el efecto halo http://mediaccionblog.com/?s=halo

          Sobre el último párrafo, las personas que sólo esperan lo peor sí tienen una tendencia a estar solas porque no contemplan opciones, no abren la puerta a nada porque no crean que sea bueno. No obstante, esto es sólo una tendencia. La vida son casualidades o causalidades (según quieras verla) pero yo creo en la casualidad, en esas casualidades que suceden y cambia todo. A todos nos ha pasado que un día es una mierda y pasa sólo una cosa que lo hace un día maravilloso 😉

          Un saludo!

  4. […] estar, etc.) por el mero hecho de ajustarse a nuestro prototipo de “persona ideal” (en “Errores habituales: esperar de los demás lo que tú harías” hago una aproximación desde otra perspectiva a este […]

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