1 de septiembre y lunes. Volver unos días antes y tener una actitud positiva son factores clave para evitar el estrés posvacacional.
De la tumbona de la playa a la oficina. Un cambio muy difícil de asimilar. Hoy es 1 de septiembre y llega el momento de enfrentarse a, posiblemente, uno de los peores lunes del año: el del regreso a la rutina laboral tras unas placenteras vacaciones.
Si estos días no puede conciliar el sueño, sufre dolores musculares y ansiedad, se siente triste, no puede concentrarse y apenas tiene apetito, no se preocupe. Es más que posible que sea una de las víctimas del conocido como síndrome de estrés posvacional, que padece uno de cada tres españoles cada mes de septiembre.
Por fortuna, el mal se pasa en sólo unos días. Así, al menos, lo aseguran los expertos, que ofrecen una serie de recomendaciones para prevenir este malestar temporal físico y psicológico:
1. Fraccionar las vacaciones. No es conveniente concentrar el descanso en un solo periodo. Si las divide podrá desconectar del trabajo más de una vez al año.
2. Tiempo para descansar. Reserve tiempo para el relax, ya que unas vacaciones demasiado agitadas pueden acabar por crearle una sensación de agotamiento.
3. Adelantar el regreso. Intente no volver al trabajo al día siguiente del retorno de sus vacaciones. Una vuelta progresiva a la rutina favorece que el cambio no sea tan dramático.
4. Adaptación progresiva. Los primeros días, trate de realizar únicamente actividades de poca intensidad. Aclimátese de forma pausada y ordenada al trabajo.
5. Actitud positiva. No todo es negativo, ya que al volver al trabajo nos encontramos con los compañeros y establecemos nuevos proyectos laborales.
6. Disfrutar del ocio. Busque tiempo cada día para hacer aquello que más le guste y aproveche al máximo los fines de semana. Ante todo, evite la monotonía.
7. Relajación. Puede ser una buena ayuda para superar la vuelta al trabajo, como también lo es mantener una buena rutina en los horarios.
8. Cuidar la salud. Una dieta equilibrada sirve para dejar atrás los excesos de las vacaciones. El café, el tabaco y el alcohol también pueden ser malos aliados.
9. Nuevas ilusiones. Inicie un nuevo proyecto, comience a ir al gimnasio o incluso regálese unas sesiones de masaje con el fin de recuperar de nuevo el tono vital.
10. Consultar a la empresa. Cada vez son más las empresas que ponen a disposición de sus empleados ayuda profesional para superar el síndrome posvacacional.
Si aún así, pasan 10 días y sigue sintiéndose mal, lo mejor es que acuda a un especialista. Fernando Miralles, profesor de Psicología de la Universidad San Pablo CEU, explica que si esto ocurre “podría ser que padeciera una depresión encubierta, aunque esto es algo que no sucede casi nunca”.
De hecho, son muchos los psicólogos que opinan que, en realidad, el síndrome de estrés posvacacional no es más que un mito. Pese a todo, los expertos también advierten de que es importante no perder la motivación ni mostrar desgana, especialmente de cara a los más pequeños, que también deben afrontar por estas fechas su particular trastorno por el regreso a las aulas. Comprar en familia el material escolar para y recuperar el horario de los días de clase en las joornadas previas al regreso al colegio puede ayudar.
Entrada patrocinada por: Tienda de Psicología
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