Hay tres tipos de personas:
- Las que sueñan con conseguir algo y no lo intentan
- Las que sueñan, intentan hacerlo realidad y tras uno o varios contratiempos abandonan y lo dan por imposible
- Las que rompen sus límites y aguantan hasta que hacen realidad sus sueños
¿Qué tipo de persona eres tú?
El éxito es una cuestión temporal como comenté en otro post. La pregunta que tú debes hacerte para alcanzar el éxito es la siguiente:
¿Cuánto tiempo estás dispuest@ a aguantar hasta que lo consigas?
Lo más importante de esa frase es la palabra “aguantar”. Porque conseguirlo lo conseguirás pero el camino no será fácil. Tendrás que luchar contra todo un sistema que funciona perfectamente sin ti. Tienes que convencerles de que te necesitan. De que contigo pueden ir mucho mejor. Tienes que romper esa resistencia y luchar por no ser uno más sino “el mejor”.
Sentirás miedo, angustia, rabia, impotencia… Te sentirás estúpid@, gilipollas, alguien que no acierta, alguien que fracasa… pero estás construyendo tu sueño.
Mucha gente piensa que el éxito es un camino recto, sin obstáculos, fácil y accesible. Lo que la gente que ha logrado el éxito sabe es que eso no es así, es un camino lleno de baches, de curvas cerradas, de callejones sin salida y en el que te marearás pero que si no abandonas te llevará a tu meta.
Si sientes ese veneno dentro de ti por lograrlo continuarás luchando. Si tienes unos 30 años te quedan aproximadamente unos 30.000 días de vida. Cada minuto que pasa cuenta. ¿Quieres aprovechar el tiempo para conseguirlo? Sé honest@ y lucha. Derrota a tus miedos para conseguirlo honestamente.
¿De qué te sirve intentarlo si no luchas realmente, si ni siquiera te expones saliendo de tu zona de confort? ¿Para qué? ¿Por aparentar que intentas algo? Así puedes vivir eternamente… ¿Cómo conseguir algo para lo que no estás poniendo tu cuerpo y tu mente al 100%? Sé honest@ y no temas al fracaso. La única forma de fracasar es que no lo intentes. Y si fracasas tras haber dado todo de ti no habrás fracasado. Te habrás demostrado a ti mism@ (y no hay otra persona a la que jamás tengas que demostrarle nada) que eres capaz de dar lo máximo.
Si eres un/a ganador/a no tienes más directriz a partir de ahora que luchar por alcanzar tu meta. Es tu destino.