Un 80% de personas con sobrepeso inicia todos los años alguna dieta, pero sólo un 20% busca orientación médica, destaca el psicólogo Ricardo Ros, quien asegura que una dieta sin apoyo psicológico “está destinada al fracaso”.
En este sentido, Ros, autor del libro “Stop a la ansiedad” y editor de un portal de Internet sobre Programación Neurolingüística, indica que el 20% de las personas que acuden a la consulta continúan el tratamiento solo mientras les da resultado, según la datos de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).
De los que hacen dieta por su cuenta, más del 90% abandona y se produce una “reganancia” de peso, pero el 90% de las personas que entienden el sobrepeso también como algo emocional y reciben apoyo psicológico tiene éxito en el cumplimiento y mantenimiento de la dieta.
“Lo que hay que entender”, subraya el psicólogo en un comunicado, “es que muchas veces establecemos un vínculo emocional con determinados alimentos o con la comida en general, recurriendo a ellos para tapar emociones negativas como la soledad o la tristeza”.
Por ello, explica, es muy importante que los especialistas en dietética y nutrición conozcan técnicas psicológicas para ayudar a sus pacientes, ya que de esta manera les ayudarán a distinguir el hambre de otras emociones, encontrarán las “resistencias personales” a la hora de cumplir la dieta y “podrán concretar mejor los objetivos y apoyarles efectivamente en su realización”.
Ros asevera que, además, es imprescindible hacer entender al paciente que ni la comida ni la dieta pueden suplir carencias personales: “Hay que tener en cuenta que la dieta no soluciona nuestros problemas. Que adelgacemos no va a lograr que nos sintamos menos solos. Estar más sanos no alejará la tristeza de una pérdida”.
“Estos problemas que solemos tapar comiendo son los primeros que hay que solucionar antes de empezar a realizar la dieta”, recalca el psicólogo.
Por estos motivos, comenta Ros, cada vez a más dietistas, nutricionistas y endocrinos les interesa lo que la psicología puede aportarles para guiar a sus pacientes o como apoyo en su consulta y también son ya muchos los psicólogos que atienden a personas “con importantes depresiones por no lograr cumplir la dieta”.
Estas situaciones, concluye, “no hacen más que resaltar la importancia de una sinergia entre dichas especialidades para combatir la que se ha llamado la epidemia del siglo XXI: la obesidad”.