Cuántos tipos de personas tóxicas existen. Tenemos amigos, familiares, incluso parejas que hemos elegido, gente a la que amamos. Que nos drena energéticamente de tantas formas… Sabes a lo que me refiero. Cada vez que te llaman por teléfono o te mandan un mensaje te absorben con su discurso negativo. Siempre es el mismo. Te hablan de todo lo que está mal, todo es injusto, siempre les duele algo, temen que les pase algo malo en el futuro, se lamentan por algo malo que les ha pasado… Llegas a preguntarte ¿Por qué he cogido el teléfono a esta persona? ¿Por qué he respondido a este mensaje?
A veces te hablan del trabajo, a veces te hablan de su pareja, a veces de su familia, de sus amigos… y nunca parece que las cosas les vayan bien. No me malinterpretes. Está muy bien estar al lado de nuestros seres queridos cuando nos necesitan. Es bueno ser compasivo y acompañar a quienes queremos. Todos somos empáticos para ayudar y apoyar a quienes amamos. Pero nos encontramos gente a nuestro alrededor que evitan solucionar sus problemas, que evitan sentirse mejor, continuar malviviendo en la negatividad.
Ahora, estas personas te piden una solución a sus problemas, te retan a que les convenzas de que las cosas pueden mejorar. O incluso peor, introducen el drama en tu propia vida. Coges sus problemas como si fueran los tuyos y su drama se convierte en tu drama. En ese momento ya estás atrapado en una red de la que no sabes salir. Han inundado de negatividad tu espacio.
Es muy importante que sepas cómo tratar con diferentes tipos de personas tóxicas porque van a causar efectos a nivel mental y espiritual dentro de tu vida. Tu capacidad para disfrutar del día a día se va a ver mermada cuando más tiempo permanezcas en conexión con personas tóxicas. No importan lo cercana o lejana que sea esa persona para ti. Las personas negativas siempre van a contaminar tu vida si te expones a ellas.
“Si te rodeas de personas negativas, empiezas a ver todo negativo en tu vida”
Nadie nos ha enseñado a lidiar con estas personas. No queremos herir sus sentimientos y, por eso, permanecemos a su lado. Y, como te he dicho, cuanto más tiempo estés a su lado más riesgo corres de enfermar. Porque estas personas son enfermas. Tienen tratamiento, por supuesto, tienen curación, pero cómo va a sanar alguien que no reconoce que está enfermo.
Para estas personas la negatividad es el pan de cada día. Ven la vida en clave negativa. No conocen otro modo de ver su realidad ni de contársela a los demás. Por tanto, ellos no están enfermos, ni mucho menos equivocados. Ellos tienen una verdad que compartir con el mundo y tú, si tienes otra visión, te conviertes en alguien a quien van a convencer de lo negro que es todo.
No hay luz, sino oscuridad. No ven un día soleado sino un día que puede nublarse en cualquier momento. No ven tranquilidad en una casa en mitad del campo sino un sitio donde quien quiera puede venir a robarte sin que puedas defenderte. Ante cualquier opción contemplan siempre la negativa.
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Cuanto más cerca estés de estos tipos de personas tóxicas más saturado te vas a sentir. Un peso a tus espaldas. Malestar físico consecuencia de tu malestar emocional. Bloqueo energético en estado puro hablándote, diciéndote que algo no anda bien. Estás intoxicándote poco a poco del veneno que hay a tu alrededor. Paracelso dijo “Nada es veneno. Todo es veneno. La diferencia está en la dosis”. Cuando tienes estas sensaciones la dosis que has tomado es demasiado alta. Te frustras. ¿Cómo salir de esta posición? ¿De dónde viene este malestar que no he creado yo? ¿Cómo trato con las cargas que me lanzan estas personas? ¿Cómo vuelvo a mi propio camino? El podcast de hoy trata de cómo conseguir esto de un modo efectivo y salir de la enfermedad hacia la salud.
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